Franco Colapinto cerró una gran carrera en Singapur y se quedó a un pasito de los puntos
El argentino mostró un gran ritmo, pero sufrió la estrategia de su equipo y perdió su lugar en el top 10.
El destino es un carril que puede cambiar en alguna curva. Cuando uno menos se lo espera, el panorama se puede modificar en un abrir y cerrar de ojos. Y a Franco Colapinto la vida le dio un giro de 180º: de correr en la Fórmula 2 a codearse como uno más en la Fórmula 1, la élite máxima del deporte automotor. Con la sonrisa de la inocencia y un descaro fabuloso para abstenerse de los nervios y la presión de un contexto totalmente nuevo e impensado hasta hace poco para él, el pilarense de 21 años volvió a dar una muestra de talento. En el Gran Premio de Singapur, un circuito callejero desconocido para él, casi no cometió errores, dejó una maniobra top en la largada y finalizó 11º, a nada de los puntos.
¿Puede un 11º lugar saber a poco? La realidad es que no debería, pero para Colapinto, un piloto hipercompetitivo, es posible que lo haya sido. Es que era consciente que contaba con un auto con el potencial de sumar al menos un par de unidades para el campeonato. Si bien hasta hace un mes en Williams ni se imaginaban con arañar puntos y su lugar habitual era el fondo de la grilla, las mejoras diseñadas en su centro logístico en Grove y la llegada del argentino a la escudería cambiaron la dinámica. Y es por eso que todo el grupo soñaba con repetir la gesta en Marina Bay.
Ahora bien, la ilusión creció exponencialmente después de la primera vuelta: en la largada, se la jugó por la zona interna de la pista y ganó tres lugares (pasó a Carlos Sainz, Alex Albon y Yuki Tsunoda). Luego, para colmo, se bancó los embates de Checo Pérez, quien no escatimó en elogios ("es muy difícil de pasar") hacia el argentino.
Pero todo lo bueno realizado por el argentino sobre la cinta asfáltica se fue al tacho con la estrategia implementada por Williams. Mientras el argentino reclamaba la entrada a boxes para renovar unos neumáticos medios que ya no daban más, su equipo optó por exprimirlos un poco más y aprovechar el aire limpio. No obstante, ocurrió todo lo contrario: Pérez metió un undercut, redujo la desventaja de cuatro segundos (la parada fue ocho centésimas más rápida) y le ganó la posición. Además, salió con tráfico, por lo que tardó más en calentar los nuevos compuestos duros. Desde entonces, todo fue cuesta para arriba para el fanático de Boca, que trató de buscar el décimo lugar por todos lados aunque sin éxito.
De todos modos, Colapinto redondeó una actuación fantástico y volvió a demostrar que ya es uno más. Que si bien es un rookie para la F1, él tiene nivel para permanecer en el Gran Circo. Y que sin las actualizaciones traídas para Singapur fue mejor que su compañero, quien debió abandonar por problemas en su monoplaza.
Fue una carrera desgastante, con mucho calor y altos niveles de humedad, que duró casi dos horas. Un nuevo desafío superado para un piloto que ya es respetado por todos y que les devolvió la esperanza a los fanáticos argentinos que se levantan cada domingo de carrera a ver un volante que va para adelante con la ilusión de dejar la bandera lo más alto posible.