09/11/2024

Afirman que el 37% de la población evaluada sufre de malnutrición

El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) presentó los resultados del Indicador Barrial de Situación Nutricional de 2023 en Corrientes. Silvana Lagraña, referente del sector, en comunicación con época brindó detalles del estudio.



El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), el pasado viernes en el Colegio de Abogados de Corrientes presentó los resultados del Indicador Barrial de Situación Nutricional de 2023 en la provincia.

Silvana Lagraña, referente del sector, reveló que "el 37% de la población evaluada sufre de malnutrición, ubicando a la provincia en el 18° lugar a nivel nacional. Este resultado, aunque alarmante, se encuentra por debajo de la media nacional, que es del 41%".

Lagraña destacó la importancia del trabajo territorial llevado adelante por promotores de salud, en conjunto con organizaciones sociales como Libres del Sur. Asimismo, agradeció la colaboración de las familias y el equipo provincial del ISEPCI en la recopilación y análisis de los datos, que comenzaron en noviembre de 2023 y reflejan una situación preocupante a nivel alimentario.

La coordinadora enfatizó que la inseguridad alimentaria es un problema global, y que la Comisión de Derechos del Niño, Niña y Adolescente ha recomendado a Argentina reforzar sus políticas alimentarias. También mencionó que, aunque hubo una disminución en los niveles de malnutrición en 2022 (35%), el porcentaje volvió a aumentar en 2023, lo que subraya la necesidad de políticas estructurales más eficientes.

Lagraña destacó el rol fundamental que juegan los comedores y merenderos en la alimentación de niños y adolescentes y advirtió sobre la postura del Gobierno Nacional que busca desvalorizar estas iniciativas. "Gracias a las organizaciones sociales, muchas problemáticas en el territorio se resuelven", afirmó, resaltando la importancia de un Estado fuerte, eficiente y transparente para abordar las problemáticas estructurales de la sociedad.

Este estudio contó con la participación de más de 200 personas, incluyendo a 150 promotores y diversas áreas del equipo de Libres del Sur, demostrando el carácter colectivo y horizontal de este trabajo.

Sobre el trabajo

El Indicador Barrial de Situación Nutricional es una experiencia de epidemiología comunitaria que busca construir Redes Barriales de Monitoreo Nutricional para la detección precoz de malnutrición en niños, niñas, y adolescentes que viven en barrios populares del país.

Surge como una investigación, acción, participativa, orientada a revelar información antropométrica, que permita identificar situaciones de vulnerabilidad nutricional en niños y adolescentes de 0 a 17 años y 11 meses de edad, que asisten a espacios comunitarios donde se brinda asistencia alimentaria, como ser comedores, merenderos, clubes.

En relación a la situación nutricional, busca poner en movimiento acciones de acompañamiento y protección a las familias para reducir los efectos negativos de la malnutrición en la salud de niños y adolescentes que comprometen el desarrollo de una vida plena. La alimentación adecuada durante la infancia y adolescencia es crucial no solo para el crecimiento y desarrollo saludable, sino también para prevenir enfermedades crónicas en la edad adulta.

La posibilidad de contar con información periódica sobre la situación nutricional de niños y adolescentes, consolida datos significativos en tiempo real para analizar su realidad nutricional, identificar avances y retrocesos e interpelar y poner en discusión estrategias de intervención. Esto facilita la proposición de soluciones concretas para abordar inequidades y promover cambios significativos en la realidad nutricional de nuestra sociedad.

La continuidad en la construcción del indicador barrial de situación nutricional, desde el 2012, en diferentes lugares del país, representa un gran desafío, ya que demuestra que las organizaciones sociales, en colaboración con espacios de investigación, puedan asumir un rol activo en la producción de conocimiento diseñado y elaborando indicadores estadísticos a través de la sistematización de sus prácticas sociales.

Asimismo, la fortaleza de estas acciones radica en la oportunidad de convocar a los vecinos como sujetos activos, con poder de decisión, organizados y formando parte de instancias de capacitación, instituidos como multiplicadores, promotores de salud que pueden contribuir en sus barrios con el diseño de acciones e intervenciones integrales que aporten al mejoramiento y sostengan transformaciones que impacten positivamente en la calidad de vida.