La tasa de natalidad de la Argentina, entre las más bajas de América Latina
La tasa de natalidad en Argentina experimentó una caída del 36% entre 2014 y 2022, llegando a 495.295 nacimientos por año, en línea con una tendencia a nivel mundial, que refleja una realidad regional y global.
En ese marco, América Latina registró la mayor caída de la fecundidad a nivel mundial entre 1950 y 2024, con un descenso del 68,4%, en base a un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
El trabajo indica que diversos factores explican esta disminución, entre ellos el mayor control de la fertilidad por parte de las mujeres, quienes hoy pueden decidir si quieren ser madres y cuándo.
La mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y en la educación superior también influye en esta decisión. Como resultado, muchas mujeres postergan la maternidad, lo que puede llevar a problemas de infertilidad.
El investigador principal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), Rafael Rofman, resaltó que entre 2014 y 2022 la fecundidad en la Argentina descendió más rápidamente que en los 60 años anteriores.
A su vez, Martina Yopo, doctora en sociología de la universidad de Cambridge e investigadora de la Universidad Católica de Chile, señaló que el descenso de las tasas de fecundidad en América Latina se dio a velocidades mucho más aceleradas que en otros lugares del mundo, considerando, además, que históricamente la región se ha caracterizado por tener una fertilidad numerosa y temprana.
En esa línea, la tasa de fecundidad en Argentina, al igual que en otros 29 países de la región, se sitúa por debajo de la tasa de reemplazo de la población (2,1 hijos por mujer).
De esta manera, se plantea la posibilidad de un futuro con menos trabajadores y más personas jubiladas, lo que podría transformar la forma en que se organiza la sociedad.
Otro factor a considerar es la precariedad de las condiciones sociales para tener hijos. El aumento del costo de vida, la dificultad para acceder a servicios de salud y educación de calidad, y la falta de vivienda adecuada, impactan en la decisión de formar una familia.
Sin embargo, y en contraste con la baja tasa de natalidad general, la Argentina -al igual que otros países de la región- enfrenta un alto índice de embarazos adolescentes, principalmente en poblaciones indígenas, rurales y con altos niveles de pobreza.